Dios piensa en mi y me contesta

"Éste es mi Hijo amado. ¡Escúchenlo!" Marcos 9:7



¿Sabéis? No todos hacemos caso a lo que Dios nos pide.
Muchos pensareis:
-Si, claro que yo hago caso a lo que Dios me muestra.
 Pues yo os digo que si primero no escuchamos a Dios, no podemos hacer su voluntad.
Os voy a dar un ejemplo:

Un chico estaba en clases de matemáticas.
Él no estaba escuchando, pero al final de la clase se lo preguntó a un compañero.
El compañero le dijo que había que hacer los deberes.

Cuando llegó el chico a su casa se puso ha hacer los deberes.
Pero cuando llegó el día siguiente, la profesora les dijo:
-Bueno como ayer estabais todos atentos pues os haré un examen.

El niño estaba perdido, por que no escuchó a la profesora.
Así que tubo que hacer el examen, aunque lo suspendió.

No se pueden hacer las cosas de Dios si te lo dice otra persona que no seas tú.
Por que Dios quiere hablar contigo, no con esa persona.
Yo a veces cuando tengo problemas con una persona, y me van empeorando pienso:

-Señor, Tú sabes lo que quiere esta persona de mi, aunque sea mi amiga/o y esté enfadado.
Tú me puedes ayudar, yo si no tengo que hacerle/a caso más pues lo haré caso,
pero si hay alguna salvación, muéstramela por favor, que se haga tú voluntad.

Y todos pensaréis ¿cómo le va a conestar a esta chiquilla?
Pues si me las contesta, yo estoy segura de que cada día aprendo más de Él, y no de lo que me dicen los otros.

 

Pues Dios siempre se acuerda de nosotros