"Hay momentos en los soy débil, meto la pata demasiado, me siento inútil, los problemas se me acumulan y me ahogan, no soy nadie para hacer algo contra ello, no tengo a nadie, no tengo ningún motivo por el que sonreír cada día, ni sentirme bien, útil, importante..."
En la vida muchas veces nos hemos sentido así, con ganas de desaparecer, que el tiempo se pare por un instante. Pero no se puede, aunque a veces no te lo creas eres importante, eres único, eres útil, eres una persona especial. ¿Sabes quien te considera así? Yo si, es Dios.
Dios es un ser especial, te vigila desde antes de nacer. Te acompaña en cada éxito y te levanta en cada caída. ¿Sabes por qué? Porque eres un príncipe, una princesa, la niña de sus ojos y sobretodo has sido creado por el, por el ser más poderoso del universo.
Hay momentos en los que no se puede mas y nos preguntamos ¿donde está Dios ahora? Pues simplemente está ahí. No lo vemos pero está dándote la mano para cruzar la carretera, secándote las lágrimas cuando estás triste y en momentos en los que ya no podemos más y nos "rendimos" el señor nos dice "No te dejaré llevar más carga de la que puedes". El señor dice a los problemas ¡Basta! !Es hijo/a mía, desapareced! Entonces las cosas van mejorando, hay un rayo de sol después de la oscuridad.
Dios nos creó a su imagen, somos especiales porque estamos creados por el mejor "arquitecto" y si somos algo, somos una pequeña gran creación de este mundo.
Que ni los problemas ni la baja autoestima te aparten de lo que eres realmente, eres una joya muy valiosa. Y eso le costó la vida a Jesús para poder pagar con su sangre tu pecados y llevar tu carga y tus problemas. Si te dicen algún día que no sirves o que no eres nadie, diles si que valgo y si soy alguien, soy hijo de Dios el rey del universo. Él nos creó con un propósito y es verdad que los problemas no se pueden evitar a causa de este mundo de pecado, pero si se pueden vencer con ayuda de Dios.
Así que recuerda nunca te hagas daño porque tú vales más que el oro puro.
